martes, 1 de septiembre de 2020

SER "CIUDADANO" Y EJERCER "CIUDADANÍA" EN UN ESTADO SOCIAL DE DERECHO

CAMPO DE FORMACIÓN:  Desarrollo Humano y Social
ÁREA: Ética y Valores
GRADO: Noveno (9°)
PERÍODO: II
Buenos días apreciados alumnos inemitas de los grados novenos. Seguimos invitándolos a cuidarse mucho y contribuir a que todos en su entorno familiar también lo hagan, recordemos que aun estamos en riesgo de contagio. 
Hoy vamos a continuar con el concepto de "ser ciudadano y ejercer ciudadanía en un estado social de derecho", y deseamos sea de su completo interés, puedan profundizar y reflexionar en nuestra realidad de Colombia y del mundo.


En la actividad anterior del área de Ética y Valores (#8) ustedes, estudiantes de noveno grado, realizaron un trabajo muy interesante sobre el Estado Social de Derecho, al respecto como profesoras que orientamos el tema quisimos invitarlos a la indagación, análisis, reflexión y comprensión de algunos conceptos claves para lograr los desempeños de aprendizajes propuestos y con sus trabajos pudimos evidenciarlos.
Después de tener claridad sobre lo que significa el "Estado Social de Derecho" en Colombia, es importante repensar nuestro rol como ciudadanos que hacemos parte de él y reflexionar sobre cómo ejercemos nuestra ciudadanía, y de ser posible, repensarnos y mejorar.
Recordemos que la principal característica de un Estado Social de Derecho es promover los derechos fundamentales que son considerados como la base del desarrollo de los individuos y que a partir de esto se garantiza la paz y la sana convivencia; éstos derechos también son legítimos para grupos o sectores que actúan en representación de colectivos, por ejemplo, los sindicatos, universidades, colegios, agrupaciones empresariales, etc. Es sabido que el Estado de Derecho nace con el sentido de proteger los Derechos Humanos. En Colombia se da marco jurídico y político a través de la Constitución de 1991, conocido por todos, en donde están consignados todos los principios, derechos, acciones y responsabilidades entre los cuales debe haber una reciprocidad significativa para garantizar los fines expuestos en la Constitución. recordemos que los derechos no se nos dan, sino que se nos reconocen, ya sean civiles o políticos, para no considerarse una sociedad baja en mínimos de humanidad.


Un ciudadano es miembro de una sociedad que comparte derechos, responsabilidades y obligaciones porque es ahí donde interactúa socialmente.
¿Qué es entonces ejercer la ciudadanía en un Estado Social de Derecho como el de Colombia?
La respuesta no es tan fácil dada las múltiples interpretaciones, no obstante, se puede sustentar en varias apreciaciones:
Tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia en el lugar o habitad donde los individuos se relacionan, se desenvuelven e interactúan con responsabilidades, derechos y deberes, lo cual debe ser independiente del nivel de riqueza, educativo, estatus social, jerarquías de poder o profesional, de tal forma que la ejerza cualquier ciudadano de a pie. Lo importante es ser un ciudadano activo y participativo.
Adela Cortina plantea una armonización de las diferentes facetas: política, social, económica, civil e intercultural y de aquí plantea que la ciudadanía se manifiesta en dos sentimientos profundos:
1.El sentido de pertenencia a una comunidad
2.El sentido de justicia a esa misma comunidad
Con lo anterior se pueden revisar aspectos, conceptos y prácticas que faciliten el empoderamiento de la ciudadanía en la sociedad o comunidad donde nos desarrollamos como persona. No se necesita gozar de grandes privilegios materiales, profesionales o de poder para apropiarse de sentimientos de buena ciudadanía, solamente entran en juego la voluntad, los mínimos éticos y morales, la autoregulación en la toma de decisiones, la práctica de valores universales como el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, la honestidad, la compasividad, entre otros.
Y si a lo anterior lo fortalecemos con educación, las sociedades y comunidades van a salir gananciosas y ésto se traducirá en desarrollo social  y humano, de lo cual podemos beneficiarnos todos los ciudadanos. La educación es imprescindible para tener argumentos en la defensa de nuestros derechos y conciencia en el cumplimiento de las normas y deberes, pero no solamente nos educamos en las instituciones educativas, también nos autoeducamos, es decir, siendo autodidactas, y en  éstos momentos históricos debido a la pandemia es casi un deber serlo.


Posiblemente surgirán muchos interrogantes sobre éstas consideraciones, sobre todo cuando somos espectadores de la miseria social, de la manipulación política, material, espiritual, ambiental y hasta se nos roban lo que nos pertenece (derechos). Entonces podríamos preguntarnos: 
¿Qué tengo para arraigarme con identidad y sentido de pertenencia a una sociedad así? 
¿Es verdad que habito en un Estado Social de Derecho en la práctica y no en la teoría?
¿Tendré razones de querer y tener sentido de pertenencia a un Estado que me olvida?
Más o menos es como preguntarse, ¿cuánto quiere un hijo a un padre que lo abandonó de niño?
Los anteriores interrogantes nos incitan a pensar como ciudadanos inteligentes, críticos, propositivos, conciliadores, justos, esperanzados en el cambio, que solo se logra cuando la sociedad se educa y cada uno aporta desde sus perspectivas, sin dejarle la tarea a los demás.
 




 

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