martes, 3 de noviembre de 2020

REFLEXIÓN: FINALIZACIÓN AÑO ESCOLAR



Apreciados estudiantes de grados novenos de las jornada mañana y tarde, de nuevo compartiendo con todos ustedes y como siempre deseando se encuentren muy bien física, mental, emocional y espiritualmente junto a sus familias. Como ya saben, estamos prácticamente finalizando el año lectivo 2020, un año escolar que ha sido muy "sui generis" a causa de la pandemia que cambió la vida de los seres humanos para siempre en todos los ámbitos y las noticias oficiales nos hacen vislumbrar que aún nos queda mucho tiempo para que recuperemos eso que llamábamos "normalidad".

Hablamos para todos ustedes queridos estudiantes, a aquellos que se ajustan fácilmente a los cambios, a aquellos que por circunstancias de su entorno no lo pueden hacer y a aquellos que se les dificulta admitir que día a día todo está cambiando y hacen resistencia.

La experiencia del COVIT, si duda, nos ha sumido a todos en una forma de "caos" y en medio de él hemos luchado por no sucumbir al sufrimiento de las personas y al nuestro. Esto nos pone ante el primer paso del camino que es reconocer la realidad que estamos viviendo, reconocer nuestro propio dolor, reconocer estas emociones como propias: el miedo, la tristeza, el enfado, la desesperanza.

Queridos estudiantes, es el momento de mirar, no sólo la amenaza que vivimos, sino también los recursos que debemos tener para afrontarla. Aquí tienen mucho sentido las preguntas por nuestra identidad, aquellas que ya ustedes han pensado y respondido en su proyecto de vida: ¿Quién soy? y ¿Quién quiero ser? Pero, desde dónde las definimos. Desde nosotros mismos? o desde lo que otros esperan de mí? Desde lo que hago o desde lo que soy? 

Debemos aceptar que la vida no la dominamos completamente y que algunas de las cosas que nos toca vivir están fuera de nuestro control, que la vida de los que son importantes para mí, aquellos a quienes amo, no depende de mí, pero cuando nos enfrentamos a un destino que no podemos cambiar, estamos llamados a dar lo mejor de nosotros mismos, elevándonos por encima de nosotros mismos,  creciendo más allá de nosotros mismos, a través de la transformación de nosotros mismos, es decir, siendo resilientes. El mejor maestro y guía que tenemos los seres humanos somos nosotros mismos y se encuentra en nuestro interior. Debemos de desarrollar la búsqueda interior, comprender quienes somos, pero no de forma teórica sino profunda y plenamente en la práctica. 

Jóvenes estudiantes, busquen dentro de ustedes mismos, encuentren su sabiduría interior y a través de ella  sirvan a los demás. El ser humano debe de cultivar en su interior todo aquello que desea entregarle al mundo. Si deseamos encontrar en el mundo felicidad, paz, armonía, amor y más, debemos aprender a encontrar la felicidad, la paz,  la armonía y el amor dentro de nosotros mismos y  esto nos da la oportunidad de aprender, de crecer, de transformarnos y así mismo transformar nuestro mundo y nuestra sociedad. Descubrir que lo importante no es "hacer" sino "ser", que no se trata de sobrevivir sino de vivir, que el objetivo no es alargar la vida sino ensancharla. Cuidarnos unos a otros, a nosotros mismos y a esta tierra que habitamos, es el principal compromiso humano.

Estudiantes inemitas, el 2021 los espera llenos de esperanza, optimismo, ilusiones y sobre todo con una mente abierta a los cambios y a las transformaciones!

Afectuosamente sus profesoras Sixta y Evelyn.

Les recomendamos observar el siguiente video y poema del escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo Mario Benedetti: No te rindas.




 

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